¿Acueducto Solís-León para el 2030?

Durante más de tres décadas el Gobierno de Guanajuato ha venido trabajando de manera muy cercana con el distrito de riego 011 -DR011-, otorgando todo tipo de apoyos que solicitan para el fortalecimiento de su agrupación; desde programas para mejorar y aumentar la producción agrícola, cursos de capacitación, recursos financieros para incrementar la eficiencia en los sistemas de riego, préstamos para adquisición de insumos y en general el soporte financiero que les permitan seguir con su desarrollo. Ahora todo indica, desde la manera como se llevaron las negociaciones y la suscripción del convenio de tecnificación, que se acabó la alianza y es la federación quien con un vasto presupuesto está conquistando el corazón de la organización de agricultores más importante de Guanajuato.
Los Guanajuatenses hemos recibido con beneplácito el dinamismo con el que el gobierno federal actual atiende los planteamientos realizados en materia de tecnificación del campo, sin embargo llama la atención que el Gobierno del Estado de Guanajuato se mantiene expectante ante un tema medular para la sustentabilidad hídrica del estado.
Las autoridades han mencionado que las obras prioritarias a realizar en Guanajuato para la eficiencia en el distrito de riego 011 son la rehabilitación y la tecnificación de la red mayor, red menor y las parcelas, es decir invertir en aquella infraestructura hidráulica que se ha ido deteriorando con el tiempo o que simplemente no cumple con los parámetros de eficiencia actuales que permitan aprovechar al máximo el agua. Existe un banco de proyectos que el DR011 ha venido trabajando durante años con el apoyo del gobierno del estado con un costo de ejecución por más de $1,200 millones de pesos, aún insuficiente para lograr la inversión proyectada de $6,412 millones de pesos y en consecuencia que se logre el objetivo del ahorro de los 120 millones de metros cúbicos. Otro tema importante será la determinación de las 10,207 hectáreas que serán beneficiadas con tecnificación parcelaria y el proceso para determinarlas, recordemos que el distrito de riego se compone de 115,146 hectáreas y 22,611 usuarios. Ahora sí, el gobierno federal trae prisa en Guanajuato y será urgente invertir en los proyectos complementarios para no frenar los procesos de licitación y ejecución de obra que permitan lograr los objetivos y dominar la escena política de frente al 2030.
Conforme al convenio suscrito, una vez ejecutado el programa de obra y generada la eficiencia, los derechos de agua se irán transmitiendo de manera progresiva para el uso público urbano y doméstico, previa certificación que los ahorros de agua correspondan a las obras implementadas. Esto hecho, tiene un fondo muy importante por lo que es conveniente preguntar a los involucrados en el convenio de colaboración para la tecnificación del distrito de riego 011, ¿el acueducto se realizará sin haber transmitido los derechos de agua, es decir sin mediar título de asignación y sin haber realizado los programas de eficiencia en las redes en los municipios involucrados?.
La inversión proyectada para el acueducto Solís-León es de $15,000 millones de pesos en 5 años y con fecha de conclusión en el 2030. El costo planteado del acueducto es estimado y a precios del año 2022 por lo que monto de la inversión al momento que se cuente con el proyecto ejecutivo será muy superior. Es urgente que el gobierno de Guanajuato se apure en lanzar la convocatoria para la realización del proyecto ejecutivo del acueducto que por lo menos llevará 12 meses para su elaboración.
El acueducto Solís-León será una obra pública plurianual donde convergen recursos de los gobiernos federal y estatal en un 50% por cada una de las partes. La inversión de los municipios involucrados, será aquella relativa a incrementar la eficiencia en las redes, además de realizar las obras correspondientes en sus sistemas de agua potable para poder recibir el volumen del acueducto. Hay que señalar que de los 5 municipios involucrados, solo León cumple con las condiciones de eficiencia en sus redes de agua potable con 71.74% que le permiten recibir agua del acueducto.
El Programa Nacional Hídrico, en su programación de inversión concurrente para el acueducto tiene como fecha de terminación el año 2029, mientras que la conclusión del programa para la tecnificación del distrito de riego 011 es agosto 2028. Las preguntas son, ¿cómo van a soportar un programa de inversión los gobiernos federal y estatal en contratos de inversión plurianual sin que se hayan cumplido y comprobado las condiciones de eficiencia tanto en los módulos del DR011, así como en los municipios que pretendan obtener agua?, ¿cómo se puede realizar una obra pública tan importante y trascendente sin garantizar el agua a través del título de asignación?. Estas obras por su origen no pueden ser ejecutadas de manera paralela dado que el acueducto depende de los ahorros comprobados por la ejecución de obras en el DR011.
La importancia del acueducto Solís – León radica en materialización del derecho humano al agua, este derecho debe estar respaldado, como ya lo mencioné, en un título de asignación a nombre del gobierno del estado y/o los municipios involucrados, en el porcentaje que les corresponda. El título daría origen a la ejecución del acueducto, pero no es posible que la CONAGUA lo pueda suscribir hasta en tanto no concluyan las obras del distrito de riego 011. Llama la atención que el gobierno federal, a través del ingeniero Aarón Mastache señale que se está haciendo un acueducto a la par del proyecto de tecnificación, lo cual no es preciso. No hay proyecto ejecutivo, tampoco un presupuesto público en ejecución de alguna obra civil que así lo indique, hasta hoy el acueducto es una buena propuesta pero “aún se ve en pañales” como lo señalo acertadamente el Secretario de Finanzas.
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